La invasión de la publicidad neocon

En momentos como el actual uno se pregunta si la publicidad como elemento que conforma la cultura popular solo supone una representación de la sociedad de si misma que emana de ella de forma automática o en realidad es un instrumento propagandístico meticulosamente elaborado por corporativos poderes fácticos, en los que no solo se trata de generarnos una necesidad de cara a un producto concreto (o incluso ni siquiera eso), sino también de adoctrinarnos en un estilo de vida (o en realidad solo esto).
La deriva neoconservadora de ciertos anuncios obliga a cuestionarse si realmente nacen como simples comerciales o más bien suponen un manual de divulgación de las "buenas costumbres", como una suerte de opuesto especular de la malograda asignatura Educación para la Ciudadanía (que curiosamente desaparece casi de forma paralela a su principal impulsor y creador Gregorio Peces Barba). No debemos confundirlos con manifestaciones claras de conservadurismo publicitario extremo como las casi consignas de La gaceta o la teletienda del rosario electrónico (con la voz del Papá Juan Pablo II, un duro golpe a la popularidad de Benedicto), la publicidad neocon debido a su naturaleza más esquiva y ambigua es difícil de distinguir. Un buen ejemplo para comenzar el análisis y comprensión de este tipo de fenómenos, por servir también de explicación a la naturaleza y origen del movimiento, sería el siguiente.


La campaña de P&G para las Olimpiadas del 2012 es diabólicamente deliciosa. Lo que comienza como un entrañable retrato multicultural del esfuerzo y el cariño maternal se va convirtiendo a medida que avanza el metraje en un canto de la victoria del ideal neocon sobre el resto del mundo. Muy acorde con ese triunfalismo olímpico propagandista que siempre ha acompañado al evento deportivo como contexto y plataforma para todas las ideologías emergentes con oposición que precisan estabilizarse y completar así su proceso de expansión global. Evidentemente solo un ogro permanecería impávido ante las imágenes que abren el spot, retrotraen a felices momentos de una infancia universal que cualquiera que se haya criado en un hogar estable puede rememorar con cariño.
La cosa comienza a ser sospechosa con la eliminación casi completa del padre del proceso formativo de los pequeños (lo sé, es una campaña orientada a mamás, pero hemos de reconocer que esto de por si ya es bastante excluyente y aclara a quien corresponde la tarea de criar), igualmente la madre no parece trabajar en ningún momento (ámbito laboral, entendámonos, porque en lo que al doméstico se refiere parece matarse a poner lavadoras y se pasa el día llevando a los críos a todas partes en su coche, que autónoma ella). Pero no es que los hombres se vean excluidos y reducidos casi a mero papel procreador (visión del hombre que une las teorías de feminismo extremo con la también publicidad neocon de Calzedonia, todos unos pioneros en el tema, campañas paisanas y contemporáneas a Silvio Berlusconni) de hecho justo cuando el esfuerzo materno se comienza a concretar en éxitos deportivos llega el momento de ellos, los chicos son los que cruzan la meta (es de agradecer que se mantenga algún varón no WASP entre ellos, probable cuestión de cuota integratoria, ya que su inicial barniz multiracial también se desdibuja) y la única representante femenina que queda en pie se ve abocada a una disciplina mas "delicada" como la gimnasia. Igualmente puede presumir de erigirse en el símbolo final que sintetiza el triunfo WASP, ya la falange alertaba de no descuidar el bando femenino, "las niñas de hoy y las mujeres de mañana". Intuímos que el señor del fondo que está desenfocado es el padre que debía estar trabajando. 
En España esta campaña se redujo solo a su sintético final por lo que su evidencia como mensaje de triunfo imperialista se hace más clara, pero sin duda resulta más apetitosa su versión sudamericana, la campaña animaba a mandarle mensajes a tu mamá por youtube. Su espíritu USA y su esencia tea party explican el origen del movimiento. Otra cuestión a recalcar es que no anuncia un producto en particular sino una marca, extraña maniobra que roza el culto importada a España por los imperios mediáticos de Mediaset y Antena 3.

Pero es el siguiente anuncio el que verdaderamente funciona como puente del mensaje desde sus orígenes a nuestro país, más que nada por tratarse de una campaña de Fairy producto y marca filial de la propia P&G antes mencionada.



En el año 2010 (momento de máxime crisis zapateril) Fairy convoca un peculiar concurso. Sus tradicionales Villarriba y Villabajo, símbolos de la eterna rivalidad (in)sana entre pueblos en España y por extensión universal, en todo el mundo, se sintetizan en el unificador Villaenmedio, todo un paradigma de consenso a través de la pérdida de la identidad propia y experiencia seminal del actualmente cacareado programa de unión de municipios nacido a rebufo de la fiebre por reducir administraciones públicas. No contentos con generar una campaña de predifusión subliminal del concepto, para que cuando emane de forma articulada por los representantes políticos del pensamiento neoconservador las pobres víctimas del engaño crean que ha sido idea suya, deciden que Villaenmedio debe convertirse en una realidad. Todo pasa por confrontar una serie de pueblos candidatos a ser la "verdadera Villaenmedio", paradójico ya que su intención es unirlos. La Pobla del Duc (población valenciana, no se asusten) resulta vencedora de la contienda retransmitida a través de conexiones en directo por el magazine matutino 3D, de exclusiva existencia veraniega, en la cadena Antena 3 (gran impulsora de este lifestile y antes citada). Gran triunfo simbólico-dialéctico para empezar la invasión.

Pero no empecemos a ver al enemigo viniendo de fuera, de hecho si esa es tu reacción compartes con ellos más de lo que crees, porque estas manifestaciones no precisan de importación, en España nos valemos por nosotros mismos, abanderando el movimiento con joyas como el anuncio del queso El Ventero.


Podríamos decir que el representante español roza la genialidad empezando por su capacidad de reducir el conflicto a su esencia (gente discutiendo solo si sí o si no, se podría considerar la traslación a la publicidad neocon de la también casi genial Quizás de Los Nikis), una vez establecida la polémica el ventero se encarna en una figura antropomorfa símbolo del consenso, transfiere su poder simbólico a unas lonchas de queso y hace comulgar con ellas a una familia entera, sintiéndose éstos repentinamente, individuos llenos de aquiescencia y conformidad (todo muy esotérico y judeocristiano). Destacar que esta aparición se produce ante tres generaciones de la misma familia, una saga de iluminados, no sabemos si se ven obligados a convivir bajo el mismo techo por las penurias económicas provocadas por el gobierno de Zapatero (otro anuncio de 2010) o si es que son tradicionales o de etnia gitana. En todo caso la imagen funciona como doble discurso, es tanto un alegato profamilia como una crítica política.



Y términamos con un producto adaptado a la "vida moderna". Ya su simple concepción de la contemporánea sociedad como una actualidad insondable e incomprensible llena de códigos de nueva hornada delata su posición. Desgraciadamente el ejemplo de cierre no se encuentra online para ser mostrado, pero trataremos de describirlo. Una joven pareja con apariencia de estéril e inofensiva modernidad recatada, de aspecto más bien "progresista bienpensante", similares a los buscadores de hotel del anuncio de Trivago, comenta su experiencia ante la cámara con el nuevo anticonceptivo de Clear Blue.
El dispositivo en cuestión calcula los días fértiles y no fértiles de la fémina de la pareja y los codifica en avisos de verde (día no fértil) y rojo (día fértil). El evidente mensaje simbólico de abstinencia en los llamados "días rojos" es claro y el chico de la pareja lo explica perfectamente con una desagradable onomatopeya pauloviana que los debe acompañar "los días rojos PIIIIIIIIIIII" no hay sexo, la chica le mira con ojos de metasolidaridad (se solidariza con el hecho de que él se solidarice con ella). Es de entender que Clear Blue no te quiera lanzar como consumidor a la garras de la competencia (preservativos) esos días pero de ahí a penalizar el acto sexual. Todo este halo neocon sobrevuela de forma constante la completa duración del spot rematando en un demoledor sobreimpreso casi imperceptible en el que indican que se trata de un "producto SOLO para PAREJAS ESTABLES". ¿La única razón de generar tal confusión informativa es la simple intención de eliminar del espectro de la realidad a la competencia (algo ya poco ético de por si) o en realidad esconde una doble estrategia en la que se  sumaría también evangelizar sobre el estilo de vida neocon? A pesar de que no disponemos del anuncio si podemos visitar su web llena de pequeños rastros que evidencian su discurso.


Empecemos por el logo diseñado para la experiencia 2.0 asociada al producto (una red social anticonceptiva, ergo condenada a desaparecer), una pareja en una señal de advertencia (que no de peligro) que remite a la campaña de Amo a Laura despojada de todo artefacto irónico. El mensaje es claro "¿Quien lo puede utilizar? El método de anticoncepción diseñado para parejas" (se ahorran lo de estables). Es evidente que este método no debe ser usado en relaciones esporádicas pero más bien por su nula capacidad de prevenir enfermedades de transmisión sexual. "¿Qué es? Cambia tu vida amorosa" ¿realmente es imposible llevar una vida sexual satisfactoria con otros métodos? Este mensaje parece un poco extremo a no ser que tus otras alternativas sean castidad o maternidad. Otra opción que no parecen contemplar es que mantengas relaciones de forma habitual con alguien de quien te fías pero que no sea tu pareja estable, es probable que su preocupación se base en que ante el posible fallo del dispositivo, surja un embarazo (imposible de interrumpir evidentemente) del que nazca una criatura en el seno de una familia desestructurada.

Porque el discurso mezcla el ataque despiadado y desvirtuado hacia la competencia…



con el verdadero asunto.



Pero por suerte en un aparente episodio de escrúpulos deciden arrojar cierta imparcialidad sobre la información en la siempre menos propagandística sección de FAQ's.



Algo que aporta cierta esperanza e invita a pensar que solo se trate de una simple estrategia de márketing.

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